La demanda casi siempre supera a la oferta. Eso significa que la mayoría no obtendrá el puesto, ni cerrará el negocio.
Lo más grave de no tener una estrategia de branding personal no es perder una oportunidad, sino perderlas todas; quedarte fuera del mercado.
Con más frecuencia de la que crees, las y los tomadores de decisiones se equivocan a la hora de elegir, porque para decidir, utilizan heurísticos, es decir, atajos mentales que les hacen caer en sesgos cognitivos que conducen al error.
La primera vez que la banda más famosa de todos los tiempos hizo una audición para obtener un contrato discográfico, fue rechazada.
Su mundialmente famosa y superexitosa saga sobre magos, fue rechazada por doce editores antes de recibir una oportunidad.
El máximo ganador de superbowls, considerado por muchos el mejor quarterback de la historia, fue el número 199 de su draft.
Pese a todo, The Beatles, J.W. Rowling y Tom Brady lo lograron, pero en la historia también hay casos de personajes fuera de serie que jamás disfrutaron los frutos de su grandeza.
Nikola Tesla, Edgar Allan Poe y Franz Kafka fueron grandes genios que jamás recibieron, en vida, el reconocimiento y la fortuna que merecían por sus enormes contribuciones a la humanidad.
Tenían la genialidad y las ideas, pero les faltó el poder de convencimiento.
No se trata de cambiar tu personalidad, sino de desarrollar una marca personal que sea estratégica, poderosa y ganadora.
El mercado laboral está cada vez más competido y si no tienes los contactos adecuados, las cosas se pueden poner más complicadas.
Afortunadamente, existen estrategias que te pueden ayudar en el mercado laboral. El branding profesional es una de ellas.
Se trata de una subdivisión del branding personal, que consiste en la creación y gestión de tu marca como especialista de un área del conocimiento o una actividad profesional específica.
Construir tu marca profesional es un proceso que requiere definir los principales atributos asociados a tu nombre: lo que ofreces, tu imagen, tus valores, tu lenguaje, tu personalidad, tus mensajes clave, tu estilo...
Para promover tu marca profesional de la forma adecuada, con el público adecuado y en el momento y lugar adecuados, necesitas una estrategia general de marketing profesional:
Cada vez hay más profesionistas ofreciendo sus servicios profesionales de manera independiente, dado la libertad y ventajas lucrativas que este esquema puede traer aparejadas.
Sin embargo, la independencia también trae riesgos, como pasar largas temporadas sin proyectos, con la inseguridad financiera que eso implica. Por eso, es importante abrirse un espacio en la mente de tus clientes reales y potenciales, y la mejor forma de hacerlo es desarrollando una poderosa marca personal.
Para que entiendas mejor el poder de la marca personal, hagamos un ejercicio rápido: Si te digo teléfonos celulares, ¿en qué marca piensas? Si te digo pizza, ¿en qué marca piensas? Si te digo zapatos, ¿en qué marca piensas?
No recordaste esas marcas porque te gusten sus logotipos. Tampoco las recordaste porque sean la única opción en el mercado o las únicas que te gusten. Las recordaste por lo que significan para ti.
De la misma manera, tu nombre puede llegar a significar algo grande en la mente de tus clientes reales y potenciales. De esa forma, cuando piensen en el tipo de servicios profesionales que ofreces, recordarán tu marca.
Tu marca profesional, aunada a un buen plan de marketing y la construcción de una buena reputación basada en la calidad de tu trabajo, son la clave.
Utilizar una identidad gráfica propia al interior de una empresa es complicado, porque, en todo caso, debes usar la de la organización para la que trabajas, aunque siempre se pueden identificar espacios y momentos tácticos en los que puedas usar tu propia imagen de marca.
Pero, como ya te he dicho, la marca profesional es mucho más que un logotipo.
Tu marca también es la forma en la que vistes, la forma en la que hablas, el tipo de conceptos que usas, las frases memorables de las que te apropias, los valores que transmites, las emociones que provocas en las personas y mucho más.
Trabajar en el desarrollo de una marca profesional significa hacer un profundo análisis de tu persona como profesional, para después, transformar tus mayores fortalezas en una marca memorable.
Cuando cuentas con una marca personal bien posicionada al interior de una empresa, tu nombre será recordado con mucho mayor facilidad por las personas que pueden darte la oportunidad que esperas.
Pero recuerda, posicionar tu marca personal al interior de la empresa no solo depende de que trabajes bien, sino que de que comuniques bien y con un estilo propio, tus fortalezas, valores, logros, intereses, etc. Eso es hacer branding.
¿Sabes entre cuantas candidatas y candidatos deben elegir las y los reclutadores? Piénsalo un momento, cuando vez una vacante publicada, ¿cuántas personas más crees que la hayan visto?, ¿cuántas crees que también se postularan?, ¿serán decenas, cientos, miles?
Es imposible que las y los reclutadores revisen toda esa información, así es que lo que primero que hacen las áreas de selección y reclutamiento es aplicar un filtro, a veces, tecnológico, lo que significa que tu currículum jamás será visto por un par de ojos humanos, a menos que te conviertas en una marca.
Además, aceptémoslo, las áreas de selección y reclutamiento muchas veces se equivocan a la hora de decidir, tal vez porque las y los candidatos correctos se camuflan entre la multitud y porque las y los caen en sesgos cognitivos a la hora de evaluar a una persona.
Tu marca personal puede ayudar a contrarrestar las deficiencias de los departamentos de recursos humanos.
Las y los tomadores de decisiones deben analizar tanta información, que no les da tiempo. Por esa razón utilizan heurísticos, que son atajos mentales para llegar a una conclusión. El problema es que, con mucha frecuencia, son distorsionados por sesgos cognitivos que conducen al error.
Sin embargo, con una buena marca personal, puedes evitar que algunos sesgos cognitivos te jueguen en contra.
Algunos de los principales sesgos cognitivos en que caen las y los tomadores de decisiones, son:
Consiste en tomar decisiones con base en datos de acceso fácil en la memoria, aunque no sean suficientes: "Esto es como cuando..."
La característica principal de una persona permea a las demás: El atractivo de una persona puede influir en cómo se juzga su competencia.
La forma como presentas algo influye en cómo se juzga. Si el marco es malo, la sustancia será juzgada como mala, aunque sea buena.
Lo que pasa en el entorno influye en nuestras emociones y conductas. Un evento, aparentemente independiente, puede influir en una decisión.
Es la tendencia inconsciente a buscar datos que confirmen nuestras creencias e ignorar los que las contradicen.
Con mayor facilidad, la gente se inclina a elegir a aquellas personas con quien tienen similitudes.
Las personas tratan de explicar los eventos sociales a través de historias lógicas, aunque la realidad sea mucho más complicada.
Las emociones influyen a la hora de evaluar y tomar una decisión. Literalmente, es rechazar a quien nos cae mal y aceptar a quien nos caen bien.
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